Pez es un grupo con casi 25 años de trayectoria, que no necesita mayor presentación. Si bien su único miembro original desde la primera formación es Ariel Sanzo, más conocido como Ariel Minimal, Fósforo García (bajo) y Franco Salvador (batería y voz) ingresaron en 1996. Juan Ravioli (teclados, guitarra y voz) entró en 2015 y esa la agrupación actual. Una de las características de esta formación es que hay más de un cantante, y eso permite la inclusión de juegos a varias voces en más de una canción.
Pelea al horror sigue el camino de discos anteriores, con un sonido duro, afilado, pero con una dosis de lirismo en la tradición del rock argentino de los años '70. Salvo La paciencia de la piedra, puesto al final del disco y que tiene una fuerte dosis de experimentación e improvisación, los otros nueve tracks son más bien breves, no dan vueltas para decir lo que tienen para decir. Luego de un arranque furioso, Los días poderosos y el nostálgico 1986 (3 y 4, respectivamente) tienen un costado pop.
Quizás el momento más relajado sea la muy folk La balada del niño mudo, el perro blanco y la señorita Bettie (6). El tema que da nombre al disco es redondo: ahí el cuarteto pone toda la carne en el asador, una letra que conmueve, con las voces haciendo coros, el Hammond de Ravioli y la guitarra con distorsión bien adelante. De ahí ya no se bajan en La voluntad (8) y Parte de la solución (9), los dos temas que siguen.
Para quienes ya conocían a la banda, uno de sus mejores discos. Por eso, para quienes quieran acercarse a conocerlos, es una muy buena oportunidad de hacerlo. Genuino rock duro argento con todo el pasado procesado, tirando para adelante.
Club del Disco
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