En el pasado reciente de esta cantante se encuentra la edición de Vidala, en dúo con Eva Sola, que fue el disco de Folklores hace cinco años y que ganó el Premio Gardel al Mejor artista nuevo de folklore 2012. Este trabajo es, principalmente, una recopilación de canciones de diversos autores, entre los que se encuentran Juan Falú y Roberto Yacomuzzi, Gustavo "Cuchi" Leguizamón, Edu Lobo y Sting. Sin embargo, también hay lugar para composiciones de la propia Nadia Szachniuk, que incluso pone en su voz música de Claude Debussy, en la canción que da nombre a su álbum.
Nadia canta desde los ocho años, y tiene una formación clásica pero influida, además, por la música popular. Así, con su carrera originada en esa doble escuela busca potenciar los puntos de encuentro entre lo académico y lo popular, sin entrar en valoraciones que nada aportan. Este proyecto fue pensado por su autora, en principio, como una obra de títeres con música en vivo, después como un libro, y finalmente concebido como un disco con un concepto claro.
Es un trabajo sobrio e íntimo, sin invitados estelares, aunque cuenta con la colaboración en algunos tracks de figuras como Facundo Guevara en percusión, Marcelo Moguilevsky en vientos o Santiago Segret en bandoneón. Pero la estrella es la canción. Dice, a propósito de Luna atrás, su autora, en las líneas internas que figuran en una de las bellas postales que componen la gráfica: " ... es mi canto a la noche, mi oscuridad confiesa en canciones desveladas (...) Es la memoria de la canción primera (...)".
Luna atrás está poblado por versos que invitan a transitar el camino de regreso de la vigilia, rodeados de melodías crepusculares que podrían darle la identidad de un “disco de cuna”. Al mismo tiempo, la voz oscila entre acompañar ese clima y la sugerencia de un universo nuevo que se abre con la llegada de la oscuridad. Una musicalidad cargada también de elementos oníricos dentro de un disco que ofrece más a medida que se le presta mejor atención.
Club del Disco
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