Los socios del Club del Disco conocen bien a Exequiel Mantega: fue uno de los primeros artistas que presentamos, en dúo con su compañera Paulina Fain (flauta) nos sorprendieron con +Tango, ya agotado. Años después su proyecto La Máquina Cinemática fue Disco del Mes con Música para pantallas vacías. Ahora presenta este trabajo solista con nombre que no quiere ser original: lo singular esta en la música que se escucha.
Once piezas nuevas, labradas con paciencia. Algunas pueden ser fruto del juego, de la improvisación, pero todas fueron trabajadas y de hecho, utilizando un código que viene en el librito de esta edición, se pueden bajar todas las partituras en formato pdf.
Cada obra tiene su historia, su origen: Exequiel nos regala también los hechos que dieron inicio a sus ideas musicales. Si bien es música instrumental, y supuestamente no requeriría de ninguna explicación, se agradece mucho, muchísimo, saber, por ejemplo, que Manzoni lleva ese nombre porque está dedicado al pianista Alejandro Manzoni, y que las quintas omnipresentes en la mano izquierda se deben a que el colega de Mantega se había fracturado la muñeca de esa mano y luego de un tiempo sólo podía tocar ese intervalo.
Chacareras, vidalas, bailecitos, jazz, tango, y música imposible de etiquetar conforman este precioso trabajo que exige una escucha atenta. Hay mucho amor puesto en este disco, se percibe y se agradece.
Club del Disco
Comentarios