Con una madura obra propia y ya casi un lustro como dúo formal, Pedro y Lucas Bragán, piano y guitarra respectivamente, se animaron a entrar a un estudio de grabación a mediados de 2013, para dejar plasmadas sus chacareras, zambas, triunfos y milongas. Es de imaginar que crecieron haciendo música juntos, pero para entender bien cómo se formó el dúo lo mejor es leer sus propias palabras, incluidas en la gráfica del CD: “Después de haber compartido … los más variados proyectos musicales, decidimos quedarnos solos los dos. Uno contra uno, con lo que tenemos, nuestros sonidos y nuestra música.”
Si bien el disco abre con La entradora, una chacarera trunca, el tono general es más rioplatense, con milongas, valses y triunfos como cartas bravas. Se aprecia el sentido del humor, tanto en la música como en las letras. En ese sentido aparecen joyas como El merecido (triunfo), dedicado al Negro Fontanarrosa, o la chaya “caprese” Tomate, queso y albahaca. La única pieza ajena es la poderosa Nene patudo, de Zitarrosa (track 6) que termina, si se quiere, un potencial Lado A del disco, ya que luego los Hermanos Bragán nos ofrecen una suite en tres partes que tiene como eje temático las bicicletas familiares.
Es en esa mirada algo melancólica con la que recrean el pasado que los hermanos encuentran una de sus fortalezas. Pese a que prácticamente se trata de música instrumental (con las dos módicas excepciones ya apuntadas). Otro punto fuerte es el perfecto equilibrio entre guitarra y piano (o acordeón), un dúo difícil porque nace desparejo desde el vamos: diferentes posibilidades de intensidad en dos instrumentos armónicos y solistas por excelencia, al mismo tiempo.
Es un ejercicio algo vano intentar ubicarlos en una corriente, o atribuirles una genealogía que por ahí rechazarían de plano. Son herederos de todo lo que ocurrió antes que ellos y a la vez, maravillas de la música popular, son algo nuevo. Sin embargo, por su carácter de porteños acriollados, es decir de músicos urbanos volcados al folklore, más su desprejuicio, no estaría mal pensarlos más cerca de Raúl Carnota que de Raúl Lavié… A familiarizarse con sus sonidos.
Producido por Los Hermanos Bragán
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Lo espero con ganas che