Según el diccionario, ingrime en portugués significa “empinado”. Es, además del nombre de la tercera canción, el título del disco, que no es de escucha sencilla pero tampoco tan complicado como la palabra que le da nombre. Imposible no asociar este trabajo, tanto por la música como por el diseño gráfico, con la obra de Tim Maia: Racional Vol. 1, lamentablemente ya agotada en su edición argentina.
Desde la decisión de no usar el tray trasero para poner la lista de temas sino una suerte de declaración, hasta el uso de las cuerdas y el funky soul retro, mucho recuerda al excéntrico Maia y su fantástico trabajo de los años ‘70. Pero sería muy injusto marcar ese parentesco quizás no buscado por Fabricio Pereira. Su música es muy original, si bien, como es obvio, deudora del funk, el jazz y de mucha MPB muy buena. Hay un fantástico trabajo de arreglos y orquestación, usando instrumentos no muy usuales en esta música como el clarinete bajo o el oboe.
Pereira, aparte de cantar con sensibilidad y afinación, es bajista y de una gran destreza. De su estancia en la Argentina (donde además de vivir grabó, mezcló y editó este disco) podría marcarse cierta cercanía, quizás en la manera de cantar y en ciertas cuestiones armónicas, con la música de Luis Alberto Spinetta. En todo caso, hay mil influencias más, y sobre todo eso la sensación de que estamos ante un artista muy sincero y de una gran potencia creativa.
Producido por Fabricio Pereira y Diego Mamani Di Giuseppe
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