La música electrónica no dance, puede ser elegante: esa es una de las premisas de este dúo bonaerense. Y cada vez son más los que profundizan en la senda de la estilizada producción con los sonidos digitales, o analógicos y acústicos luego con fuerte tratamiento compositivo y de programación en el estudio; en este caso son como piezas de diseño sonoro, hechas con un nivel de precisión admirable.
A todas esas propuestas que no son "para bailar" por ser más relajadas o de mucha información en su composición, se las denominaba años atrás IDM (resumen del inglés Intelligent Dance Music); denominación bastante caprichosa por cierto...
Algunos le dirán ambient, minimal house o chill out (todos subgéneros de la música electrónica) y no sería tampoco desacertado, pero lo más importante aquí es permitirse darle el tiempo que cada tema propone, para entrar en su fina sintonía.
De audio perfecto y sin ir tras lo que está sonando justo ahora, usando en algunos casos teclados o guitarras procesadas, todo tiene una impronta de ensoñación en Inicial. Es pausado, melódico, bien climático y con temas cortos (más cercano a una idea de canción que a los tracks para la pista de baile). Se trata de música instrumental con distintas atmósferas que le ponen mayor intriga y suena atemporal, aún cuando se dejan oír algunas pistas o influencias de la vanguardia de los años '90 en el lenguaje electrónico.
No es música sencilla, hay que escuchar con atención y varias veces para descubrir planos, secuencias melódicas que se despliegan a lo largo y a lo ancho, cortes, cambios de ritmo, efectos y arreglos cuidados. Todo es construcción en varias capas, así crean texturas musicales para explorar la armonía, (cosa que en la música dance no ocurre mucho, ya que exponen generalmente pocos sonidos en simultáneo y son básicamente rítmicos).
La programación y beats electrónicos son armas de doble filo sino se las maneja con cuidado, o con las que es muy fácil caer en lugares comunes, repetitivos o superficiales. Pero nada de eso sucede aquí con los responsables tras los botones; Jerónimo Escajal e Ignacio Fila poseen, además de buen gusto, una apropiada formación y sus ideas musicales son de gran alcance; es allí donde late su apasionamiento.
Producido por Las Costas
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