Brian Chambouleyron se puede definir como una suerte de trovador contemporáneo. Dueño de una voz privilegiada, buen decidor, casi actor por la "afinación" narrativa que tiene, y muy solvente guitarrista, es uno de esos artistas magnéticos que se adueñan de un escenario por su sola presencia. Este disco, íntimo, cercano y que rescata fabulosas canciones, es como tenerlo ahí nomás, en nuestro living o cocina cantándonos directamente a nosotros.
Convoca con igual compromiso a Gardel, Caetano Veloso, Charles Trenet o Rafael Amor. Pero llamar ecléctico a este repertorio nada caprichoso suena casi peyorativo. La coherencia (como siempre, por otra parte) la da el estilo interpretativo; la unidad es la voz y la manera de acompañarse de Brian Chambouleyron. Como pocas veces, es muy difícil elegir tres canciones para hacer los mp3 que acompañan a esta reseña. La sensación es que son mucho más que tres los estados de ánimo, los personajes, los amores, glorias y miserias que nos narra el cantor con su voz.
Hay hallazgos, algunos clásicos como Volver, una canción de Chambouleyron entre tanta versión, y por supuesto no se agota en el repertorio argentino: hay dos canciones en francés y dos en portugués en la lista de quince canciones.
La calidad de la grabación, espontánea y con muy buen sonido, más la calidez de la gráfica, dan como resultado un disco amable, natural y cancionero como pocos. Un placer escucharlo y acercarlo a nuestros socios.
Producido por Brian Chambouleyron
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