Homero Manzi (1907-1951) está, de manera inevitable, asociado al tango. No es para menos siendo el autor de las letras de Malena y Sur, entre muchas otras poesías. Quizás es por eso, y porque Lidia Borda también está asociada al tango, que este disco fue galardonado con el Gardel a “Mejor álbum solista femenina de tango”, siendo que en sus doce tracks encontramos, casi escondidos al final, apenas dos tangos (De barro y Torrente). Por el contrario, como el nombre del trabajo indica, la idea es rescatar del cancionero de Manzi el aroma del campo argentino, o más bien la intersección entre el barro y el empedrado. Un repertorio suburbano, que nos remite también al origen santiagueño del poeta. Siendo Manzi el autor de las letras, es obvio que el disco tiene músicas de diferentes compositores. Entonces parte de la búsqueda es acercar, desde la voz y los arreglos de los hermanos Lidia y Luis Borda, esta variedad de especies locales para darle coherencia al disco. Hay que anotar que lo logran con creces; es un disco memorable por varias razones, empezando justamente por la claridad de la dirección artística.
Manzi, caminos de barro y pampa comienza con Oro y plata, un conocido candombe con música de Charlo, en versión siglo XXI. Luego sigue con dos composiciones de Piana, justamente el creador del tango campero es quien aporta la mitad de las músicas de este disco. Ay de mí cuenta con un solo de guitarra eléctrica que le aporta un toque urbano a su rítmica del norte argentino, mientras que Flor de cardo tiene un arreglo de línea más tradicional. Félix Lípesker aporta dos valses, el primero de ellos es Gota de lluvia (track 4); y Tu nombre en séptimo lugar. El track 5, Pampa luna, sorprende con un bello arreglo vocal en el que se multiplica Lidia gracias a la magia de la edición; luego Pluma de nido (de Piana y Maffia), es una cueca cuyana en la que el piano y la guitarra se deleitan. En la continuidad del disco sobreviene la muy difundida Milonga triste, el tango De barro (últimas dos obras musicalizadas por Sebastián Piana), el vals de Troilo Romance de barrio, y finalmente Torrente, el otro tango de esta grabación, con música de Hugo Gutiérrez. Como colofón (o bonus track): Responso, tema instrumental también de Troilo, escrito en memoria de su amigo Homero, originalmente para bandoneón solo, aquí en transcripción para guitarra. Interesante final sin voz y sin bandoneón para el disco de esta cantante de tango...
Un punto altísimo en la de por sí intensa discografía de Lidia Borda, este disco es un trabajo conceptual, pero a la vez permite un disfrute sensorial enorme, gracias a la selección de las canciones y a la expresiva voz de su intérprete. ¿Qué se puede agregar que no se haya dicho de Lidia Borda? Si hubiera que definirla con tres ideas, podríamos decir que tiene una voz sumamente expresiva, una técnica que le permite abordar cualquier canción popular y muy buen gusto, tanto para elegir su repertorio como a la hora de interpretar. Los arreglos de Luis Borda y la calidad de todos los músicos que participaron de esta grabación son la otra pata en la que se apoya este hermoso recorrido por la poética de Manzi.
Producido por Lidia Borda y Luis Borda
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