Tierra Verde es un disco de canciones que integran un concierto didáctico infantil creado por los autores hace unos años, que lleva el mismo nombre y en el que recorren a través de la música, el teatro y el dibujo, diferentes paisajes, personajes y escenas cotidianas del lugar de donde vienen: una tierra verde donde hay mucho sol, ríos, montes y ciudades que conviven con aquella geografía. Dentro de ese escenario se ubican estas canciones que intentan transmitir además un mensaje ecológico y de conciencia regional dirigido a todos los que habitan el planeta.
A lo largo del disco rige en los arreglos y en el sonido un criterio infantil. Por eso hablamos de “un disco infantil” y no solamente “un disco para chicos”, pues no son la misma cosa. Como diría Luis Pescetti, la obra musical está dirigida al mundo infantil universal: el de los niños, el del adolescente y el del adulto. Como aquellos dibujitos que a los mas grandes nos gusta ver con los mas pequeños. Pues Tierra verde tiene un sentido conceptual que puede disfrutar cualquiera, además de que su impronta es urbana y de carácter actual.
Como el sub título Pequeñas canciones para un mundo grande lo indica, es un disco breve, de 8 canciones con letras que llevan a pensar un lugar del mundo en particular, pero la música se abre hacia todos los confines, con influencias del folklore argentino y latinoamericano. Su instrumentación, con mucha presencia de guitarras eléctricas, trae más a la memoria el rock. La calidad del audio es destacable, notará esto el oyente desde el primer momento a través de las claras y expresivas voces de los cantantes (Mauro Siri y Seba Ibarra), y el sonido directo de la banda tocando en vivo. El disco cuenta con diversos detalles sonoros y musicales: coros de niños divirtiéndose en un desfile de animales multicolor o reclamando al final del disco que “El último que apague la luz”, acordeones y efectos de sonido que lúdicamente van decorando el paisaje de cada canción situando así al oyente en tierras litoraleñas argentinas, a veces en un lugar neutral de latinoamérica o en el mismísimo espacio exterior.
Un disco cargado de intención: para querer a la Tierra, para querer la música. Y entonces no solo se trata de un disco “para chicos” sino mas bien de “canciones infantiles”, donde cierta mezcla de lenguajes, artísticos y costumbristas le dan un valor extra, con un mensaje poderoso, que amplifica la música con calidez.
Producido por Mauro Siri
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