La duda, válida, surgió ante el casi perfecto primer disco de Lucio: ¿cómo saber si no se trata del típico caso del primer disco? Es un síndrome conocido: un cantautor pisando el filo de los treinta años ha logrado acumular un puñado de bellas canciones a lo largo de 10, 12 o 15 años de experiencia y pone todo en la parrilla para su primera grabación; luego, se hace muy difícil mantener el nivel al grabar su segundo álbum, ya que le faltó tiempo material para madurar las nuevas obras. Es algo que se ve muy seguido en el ambiente del pop o de la canción urbana de autor, para ser más específicos. Pero hay quienes fueron o son un caudal inagotable de canciones (desde Franz Schubert a McCartney, pasando por Serrat, Spinetta o Andrés Calamaro, gustos aparte); autores que no se cansan de escribir joyas de tres minutos de duración y que podrían entregar y de hecho ocurre, veinte canciones o más por año sin bajar su nivel poético musical. Baste este largo preliminar para decir que Lucio Mantel confirma en esta Miniatura que se trata de un inspirado autor de canciones cuyas ideas no se agotaron en el primer disco, al contrario, Nictógrafo parece haber sido un trampolín para generar más ideas, melódicas y poéticas, a las que ahora agrega por momentos un sonido orquestal pero para nada ampuloso. La calidad de Mantel como cantante y guitarrista, así como la belleza de sus melodías y armonías, hace que le perdonemos sus pocas faltas (algunas palabras mal acentuadas, o ciertos homenajes a Drexler o Spinetta que se cuelan por aquí o por allá). Canciones como Punto de fuga, que abre el disco, o Mar interior, de sublime belleza, lo redimen de sus pocos e inocentes pecados...
Es un trabajo equilibrado, con muchas canciones para atesorar en el corazón y en el que el autor se pone al frente de una orquesta y sale airoso de semejante desafío. El alto nivel de su trabajo anterior lo obligaba a entregar algo por lo menos similar, y Lucio Mantel no se quedó en la foto vieja, sino que fue por más. Un salto que lo ubica entre los mejores autores de su generación y que seguramente encontrará numerosos oídos dispuestos a seguirlo.
Producido por Lucio Mantel
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