Brian Chambouleyron es reconocido por sus participaciones en varios espectáculos tangueros que han recorrido diferentes escenarios nacionales, y ha hecho discos con otros artistas como Lidia Borda, Rita Cortese y Esteban Morgado, por nombrar algunos. Es un gran guitarrista y cantor, además de autor, especializado en el estilo tango canción, y es en ese género que como solista viene desarrollado una carrera ascendente. Tracción a sangre es su tercer disco, y al igual que en los anteriores repasa un vasto repertorio de canciones populares, tangos y milongas.
Siempre su voz y su guitarra se mueven con naturalidad, y es en esta obra donde alcanza la maduración justa del intérprete, que conociendo muy bien lo que toca, puede impregnar su sello particular haciendo suyas las versiones. Un punto de equilibrio entre calidez, respeto, técnica y frescura, que logra sostener en los quince temas que conforman este último trabajo. Se escuchan Milonga del 900, Pa’l que se va (de Zitarrosa), Lejana tierra mía (Gardel-Le Pera), algunos otros clásicos, destaca la emotividad de Romance de barrio, y hay dos joyitas desempolvadas: El títere (de Piazzolla y Borges) más el cierre con una versión de O mundo e um mohíno de aquel gran compositor brasileño conocido como Cartola. Chambouleyron no intenta marcar una nueva corriente, sino que sostiene la tradición que lo alimenta, y en la actualidad es uno de los pocos buenos exponentes del tango canción.
Una de sus virtudes es la de hacer sonar bien la guitarra y cantar manejando el fraseo inesperadamente, todo al mismo tiempo; de hecho el disco fue grabado en directo y eso se percibe en la fluidez de las interpretaciones. Hay que encomiar la calidad de la grabación, sentimos a Brian en un primer plano que lo favorece. Su tono de voz engloba cierta seducción, la rugosidad sensible del milonguero, y la pausa, el aire, en el momento justo. A eso sumemos empatía con lo popular y la pasión arrabalera. Carisma le dicen muchos, eso este hombre parece que lo lleva en la sangre.
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