La etiqueta latin jazz, así, en inglés, implica ya una mirada: desde dónde se enuncia. Fue durante mucho tiempo una forma de llamar a eso que ocurría de Cuba para el sur del continente, con algo de sabor local y momentos de improvisación, pero sobre todo si era tocado por latinos (denominación que en los Estados Unidos tiene más componente étnico que cultural) y tenía rítmica preferentemente caribeña. Como gesto desde la periferia, tiene algo de irónico que se la use para nombrar a un trío que se hace fuerte sobre especies como la milonga, el candombe o el huayno. Sin embargo, sirve, al mismo tiempo, para evitar tener que brindar muchas explicaciones. Después de todo, para muchos habitantes del hemisferio norte, el tango, el carnaval de Rio de Janeiro y la comida mexicana son invenciones de la misma gente...
Dicho esto, además de ideas muy interesantes sobre temas conocidos, Tres Latin Jazz tiene material propio que es, quizás, lo más novedoso del álbum. Abren con Vamp, del bajista Federico Hilal, único compositor del trío en esta grabación, tema que tiene claro sabor cubano. Luego le sigue Tango a Veran (en rigor, una milonga) con el bandoneonista Matías Rubino como invitado, y en el track 3 toman Huayno del diablo, de Fandermole, que es uno de los puntos altos del disco. A continuación se animan a mezclar Escualo, de Ástor Piazzolla, con Tiburón, de Rubén Blades. Un bolero propio al que Ibrahim Ferrer Jr le puso letra y voz, sorprende con sus libertades rítmicas.
En el tema que da nombre al disco se escucha lo más interesante de Sebastián Jakimczuk, el pianista. El cierre, con una atrevidísima versión de la Milonga sentimental de Sebastián Piana, permite escuchar la elegante guitarra de Ale Demogli, tercer y último invitado del álbum.
Por un carril propio, distinto al de buena parte de la movida del jazz argentino, este ambicioso trío se proyecta internacionalmente. Este es su tercer disco y parecen haber puesto toda la carne en el asador. A cargo de la grabación estuvo Florencio Justo, quien también hizo el mastering para las dos versiones físicas: todo está dicho.
Club del Disco
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