El pianista y compositor Esteban Sehinkman grabó su primer disco, Foam of the Days, en Chicago, Illinois, Estados Unidos, en 2002. Claro, vivía ahí, luego de formarse en Berklee (Boston, Massachusetts) y fue natural grabar su música en ese territorio. Luego volvió a la Argentina, donde grabó y presentó Búfalo (que fue Disco del Mes en marzo de 2007), y desde entonces todos sus discos pasaron por el Club y fueron elegidos para Disco del Mes. Los últimos fueron editados por el sello, además. Se puede decir que es un artista de la casa.
Cada álbum de Sehinkman es un paso adelante, nunca se queda quieto, y de aquel Búfalo con piano y vientos pasó a El sapo argentino de boca ancha con formación de trío eléctrico con Rhodes, y de ahí al origen de Pájaro de Fuego, donde ya se lanzó a los sintetizadores. Desde entonces, con la excepción del proyecto del Ensamble Real Book Argentina, que también lo tiene como ideólogo y capitán, sus discos solistas y su participación en el cuarteto de Lucio Balduini estuvieron poblados de sintes y Rhodes.
Por eso, como decíamos arriba, este álbum es en cierta medida un regreso a los orígenes. Claro que uno nunca vuelve siendo el mismo y, si bien hay rasgos distintivos que permanecen inalterables, este es un pianista maduro que pone menos notas y que privilegia la claridad de la idea sobre la velocidad bopera que tenía por momentos su primera grabación en trío. Sin dudas se trata de un lenguaje más tradicional, en el que prima mucho el entendimiento entre los músicos y en el que es vital cómo fluye todo en el momento de grabar. En ese sentido, Sehinkman se dio el gusto de reencontrarse con Mark Sonksen y conocer a Gregory Artry, contrabajista y baterista con importantes trayectorias en Estados Unidos.
El disco abre con una composición de Sonksen, Avenida Corrientes, que va bien para adelante y es el único tema que no firma el pianista. Luego llega Back in Town (que al comienzo fue el primer nombre para el CD) y The Porsche (3) de fuerte impronta rítmica. Inexistiendo (5), una balada en tempo lento, pone un freno. A lo largo de todo el disco se siente la fuerte inclinación por la melodía, por cierto modo de ir mostrando las frases que es tan propia de Sehinkman a lo largo de toda su discografía.
Grabado por el ingeniero Jim Massoth en un viaje relámpago a Chicago, el título hace referencia a eso pero es también un viaje mental hacia la ciudad de los vientos. Sin más artilugios sonoros y de posproducción que unas voces extraídas de películas en el último track del disco, sin invitados, la mezcla y el mastering estuvieron a cargo del internacional Facundo Rodríguez, jugador de selección del audio argentino.
La gráfica, vanguardista y algo retro a la vez, recuerda desde el arte de tapa a los vinilos de los años '70. Un nuevo paso para este músico que sigue sorprendiendo.
Club del Disco
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