Ensimismado, hay que decirlo, es un gran nombre para este disco de Omar Giammarco. Y las ilustraciones de Max Aguirre el plus que hace que no tenga ningún sentido la experiencia de esta música via streaming. Muchas de las canciones que el cantautor escribió para este álbum conectan con los sentimientos más hondos e íntimos, lejos de la extroversión. Sin embargo, uno de los puntos más altos es el muy explícito Música de fondo para cualquier fiesta animada, cover de Sui Generis, en el que toca la batería Rodolfo García (Almendra, Aquelarre, etc). Justo un rock de uno de los grupos más tangueros de la escena local de los 70. Es que Giammarco se podría definir así: tiene voz e impronta tanguera, pero va para el rock. Algo lo acerca, en ese lugar algo anfibio, a Roque Narvaja, pero al mismo tiempo a Moris. El pianista es Daniel Godfrid, acompañante habitual de Lidia Borda; el baterista José Balé (ex Cadillacs, entre otros). Cuando cuesta tanto clasificar a un artista, es una buena señal...
El disco abre con la poderosa Si alguna vez la ves, en la que el dibujante (el ya mencionado Max Aguirre) colaboró con la letra y pone su voz también. Luego viene una canción perfecta: Kong. Llena de imágenes increíbles, es un viaje imposible al pasado, con la gran bestia abandonada en la Provincia de Buenos Aires. El tracklist va oscilando entre canciones introspectivas y otras más "para afuera". La primera vez (track 5) tiene mucho del Joan Manuel Serrat de los '80. Operario del señor (9), con Artur de Faria, obviamente es un samba, pero en castellano. El cierre es con la muy porteña Por estos barrios, un aire de murga que cuenta con la participación de Cucuza Castiello.
En un álbum con tanta información, tanta poesía y tanta música, es fundamental encauzar la producción artística, dando variedad tímbrica y buscando que cada arreglo se distinga del otro. En ese sentido, nos encontramos frente a otra obra maestra de Pelu Romero, que ya nos entregó hace poco el festejado Martingala, de Julieta Laso. Es, sin dudas, el punto más alto hasta ahora en la discografía de Omar Giammarco. Reflexivo, festivo por momentos, esa contradicción es parte del encanto.
Club del Disco
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