Ella sola, sin banda, sin percusión, sin más recursos que su bajo eléctrico y su expresiva voz (a veces alternando con una guitarra eléctrica o unos coros en los que se dobla a sí misma), sale a la calle sin miedo, haciendo algo a lo que muy pocos se atrevieron antes. ¿Inconciencia juvenil? En todo caso, una actitud algo punk, en eso de ir al frente sin medir consecuencias. Desde el Club del Disco nos parece que su propuesta merece ser conocida por aquellos socios que siempre buscan algo nuevo.
El trabajo, producido por Hernán Hayet (bajista de GordoLoco Trío), tiene equilibrio y cuenta con detalles mínimos en el tratamiento de las voces e instrumentos (cámaras, uso del estéreo) que lo transforman en un interesante disco de canciones.
Un párrafo aparte merecen las poesías de Cam, quien no sólo tocó todos los instrumentos y cantó todas las voces, sino que compuso todo el disco con la excepción de un cover de Bob Telson (Calling you). Las letras, llenas de libertad, con hallazgos luminosos y algo de aforismo en muchos pasajes, alternan entre lo narrativo amoroso y la repetición mántrica. La gráfica es como la música, sorprendente, jugada y muy bien realizada.
Un disco independiente y novedoso, inquietante, con riesgo y hecho sin red.
Club del Disco
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