Conocimos a esta original orquesta gracias a su primer trabajo, Sotaque. Situados en una intersección muy americana, entre la big band hija del jazz y la música latinoamericana, no nos sorprendió encontrarlos convocados al Festival Internacional de Jazz de Buenos Aires hace un par de años, de la misma manera que pueden estar en cualquier escenario folklórico.
Lo primero que hay que decir es que difícilmente una big band norteamericana podría tocar con esta solvencia rítmica los materiales con los que se involucra este conjunto. Dicho esto, también hay que reconocer la originalidad de los arreglos, a cargo de Javier Mareco en la mayor parte del repertorio.
Este segundo álbum propone un repertorio que es un recorrido por la música del sur del continente, como lacónico sugiere el título. Comienza, como una declaración de principios, con un medley del ecléctico Hermeto Pascoal, con André Mehmari tocando el piano.
Luego se suceden temas donde por lo general el invitado es el compositor (ver la lujosa lista en la ficha técnica). Ligia Piro interpreta Modinha, de Jobim y Vinicius, y Darío Jalfin pone su voz para La moto, de Leo Maslíah, como excepciones a esa regla. Así cierra este disco estimulante, festivo y con mucho swing del sur.
Club del Disco
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