Indicando el camino de lo que será su opera prima, Martín Iaies comienza Rewind & FF con una bella melodía a cargo del saxo de Andrés Tarditti. El tema, que luego volverá, es el que le da su nombre al disco, y revela ya una tendencia del joven líder del cuarteto: no escribe para su guitarra, no le importa ceder mucho del protagonismo melódico al otro instrumento que canta. El grupo lo completan Andrés Chirulnicoff en contrabajo y Mauricio Cardona en batería, y decir de ellos que son solventes es muy poco: realmente le sacan brillo a sus instrumentos.
Sobre patrones rítmicos tradicionales la mayor parte del tiempo, acudiendo al blues como en el track 3, JSV Blues, y con mucho sentido grupal, Iaies entrega seis composiciones (más una bellísima Coda al final) en las que despliega un don melódico, que aparece además en sus solos de manera recurrente. Su sonido de guitarra de caja, limpio y expresivo, es un remanso para los oídos.
El cuarteto suena maduro, muy trabajado y es una muestra más del nivel musical de los instrumentistas que emergieron en los últimos años de las instituciones volcadas al jazz en nuestro territorio. La música de Martín Iaies no adscribe a ninguna vanguardia pero tampoco parece atrasar. Hay algo en las formas de sus composiciones que tienen la redondez de lo clásico, tanto en lo formal como en las líneas melódicas.
Un aporte más al creciente escenario del jazz argentino, que tiene un lenguaje propio y parece que mucho futuro, con más Fast Foward que Rewind, aunque este caso sea un buen ejemplo de que de vez en cuando no viene mal rebobinar un poco para descubrir aportes del pasado.
Club del Disco
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