Lidia Borda no precisa mayores presentaciones. No al menos para los socios del Club del Disco: fue la voz del primer Disco del Mes, La segunda, hace 13 años ya. Antes y después tuvo una carrera coherente en la que la elección del repertorio, la continuidad de los músicos y una cuidada interpretación fueron sus mayores valores. En esta ocasión presenta un nuevo disco grabado en estudio, luego de un exitoso disco en vivo en el Coliseo.
El nombre, Puñal de sombra, ya nos lleva hacia un lugar más oscuro que luminoso. Como viene ocurriendo en sus últimos trabajos, la intérprete encuentra un lugar de felicidad en los tangos camperos, o suburbanos. Un ejemplo de eso es El aguacero (track 4). Pero también brilla en la descripción, en el vértigo de las relaciones amorosas, como la soberbias versiones de Una canción (1) o En esta tarde gris (8). Sería largo enumerar canción por canción los aciertos de este disco...
Un párrafo para el grupo: guitarra, piano, cello y contrabajo no es una formación ortodoxa. Con predominio de graves, sin bandoneón, la inteligencia de Daniel Godfrid, a cargo del piano, los arreglos y la dirección, hace que el grupo suene orquestal por momentos e íntimo por otros.
Club del Disco
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