Perotá Chingó logró llamar la atención en las redes sociales con unas canciones folkis bien simpaticas, dos chicas de vacaciones con su guitarra en la playa y mucha frescura funcionó bien; eso fue hace como 6 años, pero todo crece y cambia, en este caso para mejor.
Aquí ya las tenemos con su nuevo disco, rodeadas de otros talentosos músicos, con canciones grandes y bien diversas, con riesgo en las libertades que se dan para dejarlas ser como fluir de agua, tanto rítmicamente como en las letras y en excelentes arreglos vocales. Aguas es precioso en todo esos aspectos, inclasificable en un género pero con estilo propio; por si hiciera falta podría decirse que tiene impronta folk, sonoridad principalmente acústica y aires populares, músicas de raíz pero que se van entrecruzando y creando piezas híbridas, sabrosas.
Álbum sin covers, son 14 composiciones propias en distintos perfiles y ritmos, con mucha instrumentación, rico en timbres, y cierta calma entretenida. De espíritu relajado, pero esta vez no es un viaje suelto al natural, sino que se trata de estados naturales mas intimos y profundos, con luces y sombras, búsquedas y hallazgos. Estribillos pegadizos, cataratas, y a su vez momentos reflexivos o agridulces, todos interesantes.
Si bien son conocidas como un dúo (Julia y Dolores), ya hace mucho que es un cuarteto, un grupo que para el disco se amplió, y entre los muchos invitados que participan podemos nombrar a algunos conocidos y amigos de la casa como Santiago Vázquez, Mauro Sarachian (de CheChelos), Mati Mormandi, y la participación especial de Ezequiel Borra, que no solo grabó varios instrumentos y voces, sino que también aportó en lo artístico y creativo, e integró la banda estable de gira en los últimos años.
Toda la música de este bello trabajo viene en un pack divino, una gráfica importante muy bien hecha, delicada y conceptualmente abarcativa. Permítanse darse una honda zambullida en estas aguas que danzan y cantan.
Club del Disco
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