Sebastião Tapajos (o Tapajós, también) fue un extraordinario guitarrista brasileño, formado en guitarra clásica en Portugal y España, que regresó ya maduro a su tierra para unir la técnica depurada de la tradición académica con la sensibilidad propia de la música popular. Junto a Pedro Dos Santos, percusionista también fuera de todo molde, grabaron dos álbumes antológicos. Este que presentamos ahora, el primer volumen, fue registrado en Buenos Aires, en los Estudios Ion, en 1972, con arreglos y dirección artística de Mike Ribas, quien ya había cumplido el mismo rol en otra producción de Alfredo Radoszynski para su sello Trova, nada menos que Vinicius de Moraes en La Fusa.
Lo primero que resalta en el excelente audio del disco es la sencillez de medios: se trata de una guitarra española (con la sumatoria ocasional de un bajo en algunos temas) y el arsenal increíble de la percusión de Dos Santos. También suma su voz el percusionista en algunos tracks. Pero no hay más que eso: mucho de lo que se escucha en el álbum tranquilamente podía ser reproducido en vivo, más allá de algunas sobregrabaciones, claro. Lo segundo que sobresale es la mixtura: la tradición bachiano-tropical de Villa-Lobos, cuya música abre el disco, sumada al samba, a la música y al registro sonoro de la selva, a la tradición afrobrasileña, da un producto originalísimo.
Ambos músicos son intérpretes sobresalientes, pero lo que prima, más allá de la evidente facilidad para tocar cualquier cosa, es un buen gusto en los arreglos y una claridad en lo que se quiere decir que está por encima de lo normal. Y sobre todo, una enorme felicidad en el sonido: parece que ambos estuvieran todo el tiempo en estado de gracia. Si en las sesiones de grabación hubo un mal día o un mal momento, no nos enteraremos jamás, ya que lo que quedó registrado es todo gozoso.
Y para corroborar esto, nada mejor que los nueve (sí, ¡9!) bonus tracks que se suman a esta edición, y que no habían estado disponibles antes (ni lo están en las plataformas de música). Obviamente no tienen la misma calidad de sonido que la grabación oficial, y se trata de bosquejos, de demos, de secciones de lo que sería el disco. Pero es muy bueno para escuchar sus voces y para ver el material en crudo.
Párrafo aparte (este) para el detalle de los instrumentos que golpea Dos Santos: desde Recipiente para desodorante de plástico estriado (en el track 2) a Botella con agua a medio llenar (4), pasando por los infaltables cocos (claro) y cañas de bambú.
Se trata de una edición que suma valor a lo que ya se conocía. Música brasileña producida y editada en la Argentina, cincuenta años atrás, y ahora nuevamente.
Club del Disco
Comentarios
gran disco y gran reseña