En 2018 la pianista rosarina Rocío Giménez López presentó Deseos múltiples, su primer disco, en el que brillaban con luz propia sus composiciones, pensadas para un cuarteto, ya que al trío base se sumaba un trombón. Ese material incluía una relectura de un tema de Djavan; ahora son Milton Nascimento y Chico Buarque los brasileños versionados. Más allá de diferencias y similitudes, lo que continúa inalterable es la plasticidad pianística de la artista. Domina el instrumento y los diversos lenguajes del jazz contemporáneo y tiene notables recursos técnicos, lo que se traduce en una paleta muy amplia de matices, dinámicas y articulaciones.
Como ella misma declara, se comenzó a reunir con Fermín Suárez (contrabajo) y Facundo Martí (batería) para tocar para ellos mismos en el período de aislamiento de la pandemia, cuando no se podía pensar en conciertos ni en grabaciones en estudios. Explorando, jugando, fueron encontrando un repertorio. Y luego entraron al estudio de grabación en 2021, para registrar esos juegos. El espíritu lúdico y experimental está presente en todos los tracks, en el manejo tímbrico de los tres instrumentos, y se percibe por momentos un clima festivo, tanto en la apertura con Cravo y canela, de Nascimento, como en Obligada vuelta (3) o Bordes (5).
Hay una coincidencia que hace pensar en una elección, y es que los temas impares tienen un carácter rítmico muy marcado, y para afuera, mientras que los pares son más experimentales y reflexivos. Sin duraciones exageradas, el álbum redondea en media hora un concepto claro de los alcances de este nuevo trío. El nombre le calza perfecto al disco y el arte gráfico lo acompaña con elegancia.
Club del Disco
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