Antonino Restuccia es un músico joven, que todavía no tiene treinta años, a quien la pandemia encontró con álbum recién grabado y una nueva vida en Barcelona, donde reside desde el año pasado. Su formación musical, sólida, se dio en Montevideo y luego también viajando y participando de festivales, giras de conciertos y concursos, siempre con el contrabajo, que toca desde los nueve años, edad realmente precoz para este instrumento XL. Su primer álbum, La búsqueda de la esencia (pronto disponible en todas las plataformas de música) lo grabó en 2012, con 21 años, y ya mostraba a un compositor maduro experimentando alrededor de los toques del candombe y el jazz. Esta es su tercera grabación como líder y es algo realmente fuera de lo común.
Grabado en marzo de este año en Montevideo, tiene como base a un trío fabuloso que completan Mariano Gallardo Pahlen en piano o Rhodes y Juan Ibarra en batería y percusión, pero que en muchos temas (seis de los ocho) se amplía a cuarteto o quinteto con la inclusión de la trompeta de Juan Olivera y la percusión de Coby Acosta. Restuccia pulsa el bajo eléctrico en lugar del contrabajo en dos temas fundamentales del disco: Otro camino (track 4), que le da nombre, y Evocación (7), en las que su instrumento canta la melodía.
Se trata de un álbum que comienza muy bien con la breve Nadie se baña dos veces en el mismo río, introductoria, si se quiere, y que enseguida adquiere peso notable con la seguidilla de Himno (al bastión) y Trance. Hipnóticas, con influencias tanto del jazz contemporáneo como de la música pop y mucho sabor montevideano, la última de las dos cuenta además con la voz hablada del gran Charlie Haden que le da un tono entre místico y épico al tema.
Uno podría esperar un bajón después de este clímax, pero eso no ocurre. Con cambios tímbricos por la aparición del Rhodes y el bajo eléctrico, con mucho melodismo y dosificando sabiamente los solos y los ostinati, sin gestos ampulosos, Restuccia y su grupo nos llevan de paseo hasta el final sin puntos bajos. La despedida con Gana toda la vida (8), otro track corto e hipnótico, es un cierre perfecto.
Se trata de un álbum de un altísimo nivel que puede aspirar al reconocimiento mundial tranquilamente en el ámbito del jazz. A la vez, aunque parezca paradójico, es música que puede gustar muchísimo en público ajeno al género. Antonino Restuccia será una sorpresa para muchos: tiene voz propia y eso para un músico es invaluable.
Club del Disco
Comentarios
Excelente este disco! Una vez más el Club haciendo lugar y difundiendo joyas como éstas! Gracias y vamos por más! Salud(os)