Este es el tercer álbum de Tarde Piaste, de quienes presentamos ya sus dos discos anteriores: Primer acto y Hoy, que los señalaban como un trío de notables virtudes. Los días eran así, su nuevo trabajo, es un paso adelante en varios aspectos: fue largamente planificado y producido, tiene un arte gráfico muy superior a los anteriores: es su mejor trabajo. Lo lamentable es que en el proceso de preproducción el trío haya perdido por una fatal enfermedad a uno de sus integrantes, José Luis Pato Izaguirre, quien tocaba bajo, percusión, hacía arreglos y cantaba.
Tal como dice en la gráfica, este álbum fue pensado, ensayado y arreglado por los tres. Y fue grabado por Gustavo Langan y Juan Filipelli, notable guitarrista a quien conocemos por ser parte del septeto de Juan Cruz de Urquiza que grabó Lentes. Allí toca guitarra eléctrica (muy eléctrica), acá guitarra española, con notable maestría. Fue él quien se hizo cargo del bajo eléctrico, mientras que Langan grabó flautas y voces que originalmente estaban a cargo de Izaguirre.
Con mayoría de temas instrumentales, con bases rioplatenses o cercanas al folklore, la imaginación como compositor de Gustavo Langan y los arreglos grupales son la clave de este disco. El arranque es conmovedor con la delicada melodía atemporal de Pa los nietos; hay lugar para el juego con Bicicleta pinchada (4) y su aire uruguayo; en Cansancio (8) aflora un aire piazzoliano, con un diálogo de flautas, y el final con Pianito tumbero (11), uno de los puntos más altos del álbum, es a toda orquesta.
Un trabajo que marca un crecimiento notable y que promete nuevos desafíos para el futuro. Vale la pena prestarle atención y entregarse a Los días eran así.
Club del Disco
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