Para una cantante de la escena del jazz argentino, pensar un álbum siempre es un asunto delicado. Por fortuna, en los últimos tiempos hubo varios lanzamientos notables: pensemos por ejemplo en dos que sumamos al Catálogo recientemente, como Afro Blue de Flopa Suksdorf o Aire, de Luciana De Rissio. En ambos casos, la búsqueda pasó por repertorios muy específicos que le dieron un atractivo a sus discos, por afuera de los standards del género. En el caso de Ludmila Fernández, la apuesta fue tomar el toro por las astas y atacar el repertorio más tradicional: clásicos de Cole Porter, Dizzy Gillespie, Charlie Parker, Benny Golson y Jobim. La mayor parte del tracklist se puede encontrar en el Real Book.
Animarse a cantar esos temas, cientos de veces versionados, en algunos casos por cantantes consagradas, es un arma de doble filo. Efectivamente, el prejuicio y la sospecha (más aún tratándose de una cantante de la periferia, ya que Buenos Aires está más bien lejos de Manhattan o Chicago) están a la orden del día. Y hay razones, entre ellas la más importante: muchos casos de discos de standards donde no se encuentra nada nuevo. Bueno, desde el primer compás de What's Is This Thing Called Love?, apertura del álbum, se percibe otra cosa. En primer lugar, los elegantes arreglos del guitarrista Rodrigo Agudelo y la nerviosa vibración del cuarteto auguran ya algo muy interesante. Y la voz de Ludmila llama la atención, por la expresividad, la técnica y el fraseo. Está a la altura del repertorio.
Un repaso por los nombres de los instrumentistas nos dirá mucho de la grabación. Son todos conocidos de los socios del Club: Patricia Grinfeld en guitarra, Alejandro Kalinoski en piano, Damián Falcón en contrabajo y Bruno Varela en batería. Los dos últimos son parte del trío que completa Miguel Marengo, cuyo álbum debut editó nuestro sello; mientras que el pianista lanzó hace poco Check In, también en el Club del Disco. A ellos se suma Agudelo en algunos tracks (también es productor artístico del álbum junto a la cantante) y el cellista Rafael Delgado en otros dos.
No sólo de clásicos de la era del swing está hecho este disco, hay dos composiciones de la propia Ludmila, un Lud's Blues (track 5) y Sorrow (8). Y, cerrando el disco, un bolero, La tarde, llevado al jazz. Hay más de un juego así; por ejemplo So In Love (3) tiene una rítmica cercana a la bossa nova. Disco lleno de pequeños detalles, muy cuidado y con la satisfacción de descubrir una cantante que tiene mucho para decir.
Club del Disco
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