Tiempo atrás el suplemento Radar del diario Página 12 publicó un informe realizado por Juan Andrade, partiendo de la teoría de que el vinilo "suena" mejor que el CD.
En la nota se descubre algo mucho más importante que esto y tiene que ver con un detalle técnico no menor, que involucra el proceso de mastering de los discos y su uso al servicio del mercado. Mediante comentarios de especialistas en música y audio, la investigación revela una tendencia creciente y poco saludable de la industria discográfica y los soportes técnicos con los que escuchamos en la actualidad. Es muy interesante, por eso recomendamos la lectura del informe, que da cuenta de qué y cómo disfrutamos con el oído. En el siguiente vínculo esta su reproducción on line (click aquí)
Aprovechamos esta oportunidad para hacerles conocer también una anécdota y su explicación, que tienen mucho que ver con el tema en cuestión y nos la envío Eduardo Bergallo*, por e-mail desde un avión.
MASTER. UN POCO DE HISTORIA:
El mastering se origina como una necesidad técnica en la era del vinilo para evitar problemas durante el Corte del disco.
Las herramientas involucradas en ese momento no son muy distintas a las usadas hoy en día.
- Atenuador dinámico de frecuencias altas (hoy conocido como D-Esser) ayudaba a controlar los picos de agudos (reforzados por la curva RIAA, esa que nos permite alejarnos del ruido a púa cuando reproducimos el disco en nuestra casa).
- Un compresor, controla el rango dinámico general y permite que entre mas cantidad de música por lado (al achicar el rango dinámico, se achicaba también el surco, por eso los maxis podían sonar mas fuertes y con más rango que los LP, ya que al contener un solo tema, la separación entre surcos era mucho mayor y ya no existía ese problema.
- Un ecualizador permitía ajustar un poco los graves que eran otro de los causantes de perforaciones en el corte (la cortadora atravesaba al disco).
Hoy en día las cosas se mantienen prácticamente igual exceptuando algunos upgrades que se hicieron (compresión en paralelo, ecualizacion M/S) y ya no es necesario hacer todo el lado de un tirón, ya que se trabaja en un tema, se para, se trabaja en el siguiente hasta completar el CD. Antes, se estudiaba que es lo que se iba a hacer en todo el lado del álbum y luego cuando se ponía a cortar el disco, no se podía parar. Equivocarse, salía caro.
Viví esa sensación con uno de los últimos discos que se hicieron en vinilo en Argentina (creo que fue el último) Colores Santos de Cerati-Melero. Durante el corte, había que hacer una sutil atenuación en la mitad de un tema (Tu medicina) para alejarnos un poco del sonido a cinta.
El ingeniero de FullerSound no quiso hacerlo. Yo debía hacerlo, así que me senté en la consola hasta que llego el tema, y agarré el fader.
No había problema en el momento donde comenzar el fade out porque había una reverb, pero luego había que subir de golpe para entrar con la batería y la voz. Nada que hoy no se resuelva con una línea de volumen sobre el master... pero en ese momento, transpiré dólares.
* Eduardo Bergallo es el ingeniero de sonido más reconocido y respatado de Latinoamérica. http://eduardobergallo.com/
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