El inesperado éxito del simple (así se llamaba a los singles en la Argentina) que contenía La balsa, con más de 200.000 copias vendidas en poco tiempo, aceleró la salida del primer LP de Los Gatos que, como se estilaba en esa época, llevaba el nombre del grupo como nombre.
Es de suponer que el impacto de esas doce canciones en los jóvenes seguidores de la música beat haya sido decisivo. Su influencia se deja escuchar en los primeros álbumes de Almendra y de Manal, más allá de las obvias diferencias estilísticas. Asimismo, es notoria la influencia de la movida británica de la época en este disco, pero también conservando un gran grado de autonomía y novedad.
La impronta de Litto Nebbia en el grupo era fuerte: además de ser la voz cantante, era el compositor de todos los temas, con la excepción de la autoría compartida con Tanguito de La balsa y de la interpretación de Ayer nomás de Moris y Pipo Lernoud). Repasando los nombres de la primera formación vemos a otros músicos que se destacaron en las décadas siguientes, como Oscar Moro (Color Humano, La Máquina de Hacer Pájaros, Serú Girán, etc) en batería, Alfredo Toth en bajo (la T de GIT) y Ciro Fogliatta (Espíritu, Los Desconocidos de Siempre) en piano y órgano.
Más allá de los dos enorme temas que sirvieron de ariete para llegar al LP, este disco tiene joyas como Lo olvidarás (track3), Madre escúchame (4), Un día de otoño (6) o El rey lloró (11) interpretado por Luis Alberto Spinetta en 2009, en aquel recordado show de Las Bandas Eternas, muestra del lugar que ocupa este disco en el imaginario de los pioneros del rock argentino.
Melopea, sello fundado por Nebbia en los '80, decano entre los independientes, reedita este disco -y promete hacer lo mismo con los siguientes cinco- a 25 años de que la compañía multinacional que lo tenía en su catálogo hiciera su última edición en CD. Es posible que salga también en vinilo, muy pronto. Un encomiable esfuerzo por preservar parte importante de nuestro patrimonio cultural.
Club del Disco
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