Agridulce es la tercera aventura discográfica de La Mujer Barbuda, grupo de mucha continuidad, ya que a lo largo de los años mantiene la misma base de músicos y de ingeniero de sonido. Ahora con un solo cambio: en la guitarra entró Nicolás Sánchez, salió Sergio Álvarez. El resto del equipo no se toca: Franco Fontanarrosa en bajo eléctrico (e ideas, composición, producción y un largo etcétera), Lulo Isod en batería y Martín Pantyrer con su clarinete bajo y el más "normal" saxo barítono. El audio, como desde el primer disco, Música para cuando aparece un monstruo, está a cargo de Facundo Rodríguez, que ahora, por primera vez, se ocupó de todo: grabación, mezcla y mastering.
Cada disco del grupo marca una etapa, tiene un sello distintivo. En este caso, el tratamiento sonoro, en particular en los parches de la batería, es muy peculiar. Parece llevarnos hacia un audio más "amable", claro que las ideas musicales que priman distan mucho del mainstream. El lugar de este grupo es el de la experimentación, y cada vez que aparece el saxo barítono o el clarinete bajo de Pantyrer (que tiene mucha presencia, claro) nos lleva a ese lugar monstruoso donde encontramos mujeres de barba.
Esa contradicción, ese coqueteo con el rock, el punk, el funk por un lado y la experimentación más salvaje y visceral por el otro, es lo que da la razón de ser al grupo de Fontanarrosa. Se recomienda escuchar este disco entero y con auriculares, aunque sea una vez.
Club del Disco
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