Cosecha es todo lo que Ana Larrubia recolectó hasta tener éste, su primer disco. Escuchar este material es atravesar un recorrido que la artista traza con un combinado distinguido de canciones que va desde composiciones propias, temas a los que le puso la música como por ejemplo el poema Epitafio de Juan Gelman y piezas de otros que se anima a arreglar y tocar como A pique, de Juan Quintero.
Cuenta con invitados que se acomodan a la propuesta y que se amalgaman al sonido puro y delicado de su voz y de su guitarra. Compone, arregla, toca la guitarra, produce y esto recién arranca. Y para su suerte, cuenta con la colaboración fundamental de Edgardo Cardozo en la producción.
Orillas, mares, cielos, pájaros, lunas, soles son fotos que se despegan de la música. Desde el primer acorde se aprecia la naturaleza como epicentro de esta obra. A esa atmósfera nos lleva su escucha y la hace placentera, armónica. El sonido de la guitarra es suave pero está siempre en primera plana. A su vez, la voz se une pulidamente y arma una interesante pareja con su instrumento.
Celebración por este primer trabajo que viene de la mano de una joven artista con talentos varios, rodeada de grandes y reconocidos músicos en los que seguramente se apoya y se guía. Que respeta al instrumento, a la música y a su ambiente. Por más siembra y más cosechas.
Club del Disco
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