María Paula Godoy es una cantante nacida en Monteros, Tucumán, que por esas cosas de la vida un día aterrizó en Brasil, con su bagaje de folklore. Allí cantó y aprendió todo lo que pudo, y ahora de vuelta en la Argentina, trae mezcladas ambas culturas, no tan diferentes. Así, Mambembe (track 1), de Chico Buarque, se canta en castellano, y Merceditas o Barro tal vez en portugués, y nada suena ajeno o extraño.
Escuchándola cantar, en portugués o en español, y considerando su lugar de nacimiento, sorprenden en el color de su amplia y profunda voz y en el tono mismo, las reminiscencias a la quizás más grande cantora argentina del siglo XX: Mercedes Sosa. Sin embargo, no es más que un asomo: si algo es inimitable es el timbre, y además Godoy se diferencia en aspectos sutiles del fraseo.
Quizás donde más se luce esta notable cantante es en el repertorio más fronterizo de este disco de frontera: en El cosechero o Merceditas, claramente litoraleños, son momentos altísimos del disco. Al mismo tiempo, en las zambas y chacareras, María Paula vuela alto, tanto en las tradicionales (¿cómo no iba a cantar A Monteros?), como en El tímido, de Raúl Carnota o Barro tal vez, de Spinetta, traducida no solamente por el idioma, sino que llevada a una suerte de rasguido doble. Es sincera además cuando canta temas clásicos brasileños, y no sólo Asa branca; Chiclete com banana ya es un clásico también.
Con una producción artística impecable e invitados de fuste como Franco Luciani o Rubén Lobo, esta disco debut Ambas es una perla indescifrable, un punto de partida altísimo de una cantante que, esperemos, siga dando mucho que hablar en los próximos años.
Club del Disco
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