El álbum número 11 en la carrera de Fernando Kabusacki es un disco muy accesible, para venir de un guitarrista al que podrían tildar de experimental o contemporáneo, sesionista, o que es más conocido por su trabajo musicalizando películas. The champion tiene mucho de fílmico, también, de road movie, por el tono de las imágenes de la gráfica y por el carácter fugaz de las piezas. Todas las fotos del arte las sacó el propio Kabu en sus viajes y en su estudio; en ese mismo estudio es donde creó la mayoría de esta música, improvisando con diferentes músicos que lo acompañaron en esas jams. Todo con su impronta de mezclar capas y texturas.
Las temáticas de viaje, de movimiento y película están apoyadas por las voces que aparecen en el disco, en su mayoría cantado en inglés y también hay relatos, grabaciones de ambientes en japones, en español y en otros idiomas. E incluso por los covers que eligió para versionar, dos o tres clásicos del blues rock de los ‘70 (tracks 2, 5, 10), y uno del genial Ennio Morricone (track 14), donde revela su amor por los compositores de soundtracks.
Hay baladas con guitarras acústicas, canciones escritas por el guitarrista y cantadas por los invitados: Vicky Zotalis, Maxi Trusso, Loli Molina, Marina Fages; piezas tocadas con toda una banda de rock y Samalea en batería. También hay otros momentos más eléctricos y libres, en los que participan Gaby Kerpel y Santiago Vázquez por ejemplo, tocando percusiones digitales, haciendo programación, deformando sonidos y recreando pistas de influencia más japonesa, casi música de videojuegos. O explorando rítmicas raras, algo africano, como puede ser la de Saeta (11).
A su vez todo está atravesado por el lenguaje de Kabusacki, por sus mil sonidos de guitarra, la exploración de timbres con ese instrumento, los diferentes toques; su marca registrada. Y particularmente en esta obra se abrió a las canciones con melodía clara y que podemos seguir. Si bien es muy climático, con pasajes de ensoñación, destacan los temas, marcos que podemos seguir y nos contienen, hay más formas concretas, a pesar de haber sido en su mayoría improvisado.
Un regreso con todo el de este autor y viajero incansable, abierto a un sin fin de lecturas y escuchas en diferentes situaciones. The champion se publicó en Japón a fines de 2014 y acá en la Argentina acaba de salir al ruedo muy bien calibrado.
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