Es una grabación realmente maravillosa y tan valiosa como profunda. Hecha de una complejidad simple, que se disfruta en todo momento. 16 temas en los que descubrimos una nueva faceta de Violeta Parra, y volvemos a confirmar la excelencia de Cecilia Zabala para tocar la guitarra.
La historia de todo esto la resume el propio León Gieco en la gráfica interior del disco; y más abajo Zabala relata los detalles, de cómo le toca a ella encargarse de grabar estas obras que nunca se habían registrado. A eso agregamos -pues no todos lo saben- que los protagonistas de este disco: Osqui Amante y Ceci, se conocen desde hace tiempo. Osqui es el ingeniero de sonido del estudio de grabación que es propiedad de León, con quien trabaja hace muchos años; allí también han grabado muchos artistas, entre ellos Cecilia. Todos sus discos solistas (los tres anteriores han salido también por el Club), cuentan con el propio Osqui en los controles y este no es la excepción. Producido incluso por los tres mencionados.
Se trata de un registro al natural y sin artilugios ni sobregabaciones. Donde están expuestos tanto le juego y el tono irónico que tenía Parra, como así también su tensión armónica, su apasionamiento y su humanidad. Indudablemente se trata de algunos estudios de Violeta con la guitarra, pero que reflejan todo su afán. Ahora gracias al coraje y talento de Cecilia, podemos disfrutar del alto vuelo de estas mujeres poderosas.
Zabala dice: "La idea inicial de grabar esto fue de León Gieco, quien años atrás encontró un libro de partituras de Violeta en su biblioteca y le comentó a Osqui, que sería bueno fueran registradas. Osqui me lo propuso en aquél momento pero yo no comprendía plenamente por qué me había ‘tocado’ este desafío. Meses después viajé a Barcelona a realizar una presentación con el guitarrista chileno Eulogio Dávalos. Apenas nos conocimos y nos pusimos a conversar sobre la música, caminos recorridos y los proyectos. Ahí me cayó la ficha y le conté del disco, que nos habían dicho que esas músicas al parecer eran inéditas, pero que no tenía certeza al respecto. Eulogio se sorprendió y me contó que fue a él a quien Parra le había pedido que transcribiera las anticuecas, que luego se desencontraron y al tiempo Violeta se quitó la vida. Eulogio conocía toda la historia de cómo los casettes originales donde ella grabó las anticuecas pasaron a manos de diferentes personas hasta que llegaron a quienes al fin transcribieron eso y editaron el libro de partituras. Él mismo había sido quien estrenó las anticuecas en vivo y me confirmaba que nadie las había grabado antes. Quedamos atónitos ante semejante coincidencia; en otro encuentro le pedí que contara toda la historia nuevamente y lo filmé. Este video es el ‘bonus track’ del disco. Para mí es una oportunidad única de ahondar en la obra de Violeta y dejarme atravesar para poder decir algo nuevo sobre ella".
Producido por Cecilia Zabala, Osqui Amante y León Gieco
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